Entorno Natural

Aprovechamientos en la zona

El principal uso de la zona era la agricultura y ganadería, con una producción poca más que autoabastecedora, en la que no lograban grandes riquezas, pero podían vivir sin penalidades. Se dividía la actividad principalmente en dos zonas, la de secano (Rodellar y Cheto) y la de Regadío (“La Huerta”, zona cercana a Pedruel, y al rio Alcanadre). 

En la zona de Secano abundan las zonas aterrazadas, con rodeadas por los famosos muros de piedra seca donde se ha cultivado sobre todo el olivo, así como zonas de cereal. Las zonas que no podían cultivarse se usaban para pasto del ganado y también para la extracción de varas de boj (para fabricar cucharas y tenedores), o la búsqueda de trufas.

Las Carrascas (Quercus ilex subs. Ballota) y Robles (Quercus faginea) se utilizaban para leña, se plantaban y cuidaban litoneros (Celtis australis) para la realización de “forcas” (horcas), así como nogales para obtener nueces (Juglans regia). También se practicaba la caza (Sigue practicandose en la actualidad) y la pesca.

En la zona de Regadío se cultivaban huertos con frutales, aprovechando la disponibilidad de agua, y los mejores suelos. También se plantaban zonas de cereal, en terrenos sin posibilidad directa de dicha agua. Además, de adaptar las zonas menos propicias para también el consumo animal, mediante pasto directo o prados de siega.

En la actualidad, aunque se conservan algunos usos de antaño, principalmente en los terrenos con mejor producción, lo que ha producido el abandono de determinados cultivos, y se han añadido otros usos más diversos al territorio. Además de añadirse otros usos del suelo, como para la producción de miel con colmenas.

Los que destacan son la realización de actividades recreativas como el treking, alpinismo, barranquismo o escalada (estas dos últimas tienen gran importancia en la zona).


Geología

La zona tiene un característico relieve kárstico, donde destaca una orografía con grandes paredes de roca excavada por el proceso erosivo de los ríos, así como laderas de gran desnivel cubiertas de “pedrizas” .

En esta zona destaca la cima de “El Cabezo de Guara” (1860m), así como unas cimas de menor altitud, “Peña Grau” (1100m), “Lacuna Alta” (1400m), "Tozal d'as Gleras" (1151m) o "Tozal d'as Forcas" (1542m)

En cuanto a la actividad erosiva fluvial encontramos el barranco de “Gorgas Negras”, y el lecho del Mascún. También barrancos “secos”, ya que normalmente no llevan agua, como el barranco de la Virgen, o el barranco de Andrebot.

Destaca también la existencia de numerosas surgencias de agua, debido a las filtraciones, con la más importante “La surgencia del Mascún” o la fuente de “Fonciachas”, aunque otras de menor importancia abundan por toda la zona de estudio. Algunas surgen a superficie, y otras a poca profundidad, mostrándose en la vegetación circundante.

Flora

La flora presente en esta zona podemos decir que se diferencia en varios aspectos. Encontramos la vegetación de las zonas de ribera, de zonas donde el suelo retiene mejor el agua, que es una vegetación que no ha tenido que adaptarse a la sequia, en contra de aquella que ha tenido que adaptarse a dichas penalidades. 

Plantas colonizadoras, que han aumentado mucho en estas últimas décadas, “apropiándose” de las zonas que han dejado de utilizarse, o colonizando zonas donde antes no se encontraban y plantas que han resistido a las penalidades, que han sobrevivido al paso de los años, como es el caso de las carrascas de gran tamaño en la subida hacia el Cabezo.

Plantas rupícolas, que crecen en lo alto de paredes de roca, sin casi suelo para sobrevivir, frente a quejigos que anclan sus raíces en suelos de gran profundidad.

La magia de esta zona, la magia de la vegetación que encontramos, es que en pocos metros cambia radicalmente, que gracias a una loma que les proporciona algo de sombra en verano, o gracias a una mínima surgencia que les “refresca” en los meses estivales, encontramos un fuerte contraste.